domingo, 31 de mayo de 2009

carretera al cielo

Impresionante, esa chica era impresionante, lleva tres días bailando, sin parar absolutamente para nada, y yo, llevo tres días observándola, con los ojos como platos, y la boca abierta, es, realmente impresionante.
Estamos en una carretera, sin una curva a la vista, de asfalto cuarteado y descolorido, a derecha e izquierda, océano de nada, solamente polvo, y cactus gruñones y protestones.
La verdad, no se muy bien como he llegado aquí, jah en realidad tiene gracia, creo que estoy muerto, aparecí, así sin mas en esta carretera, al principio estaba muy asustado, y empece a gritar y llorar como un histérico, hasta que un cactus me grito que me callara. Me sorprendió un poco la verdad, pero me calle, y fue entonces cuando pude observar un poco mejor todo, el asfalto, la inmensidad, los cactus que un poco mas allá me miraban de reojo, también pude observar el cielo, purpura, iluminado por las estrellas, el sol, y la luna, que se amaban en un rincón del cielo.
La verdad, me alegro por ellos, parece que por fin pueden estar juntos.
Después de observar un poco todo aquello, me puse a caminar, me costo un poco decidirme, no había ningún cartel a la vista, y cuando intente preguntarle a uno de los cactus, lo único que recibí, fue una pedrada en la cabeza, asique me arme de valor, y comencé a caminar, hacia un lado, al azar.

En todo este tiempo, no me he encontrado con nadie, excepto un hombre joven, que navegaba en piragua por el asfalto, iba bastante rápido, pero yo corrí junto a el un rato.
El era muy muy delgado, creo que había muerto de hambre, me contó que había descendido un rió americano en piragua hasta el golfo de México, y después, había llegado hasta Alaska, donde había vivido aislado de la sociedad, cazando y recolectando, varios meses.
He dejado que me adelante, porque me era incomodo caminar a su lado con las onditas que levantaba su piragua en el asfalto. La verdad, es que era una persona impresionante.

Después de eso, no he encontrado a nadie mas, hasta esta chica, claro.
Al principio, era un simple punto amarillo en el horizonte, pero a medida que me fui acercando, la fui distinguiendo mejor. Es bastante alta, y tiene el pelo castaño. Ya cuando llegue estaba bailando, con ese vestido amarillo que le venia como anillo al dedo. Pero lo mejor, era su sonrisa, transmitía una felicidad y una ledicia impresionantes, bueno, como su forma de bailar, era fantástica, daba vueltas y vueltas, y sus pies se movían como un torbellino, la única música al son de la que bailaba, era su risa, cristalina y titilante, impresionante toda ella, llevaba bailando desde que yo había llegado, y yo, no puedo dejar de observarla. A veces me contagia su risa, y me rió con ella, es fantástica.
Después de observarla y observarla, una ráfaga de viento se la ha llevado. Corrí detrás de ella, pero el viento se la llevo mas y mas alto, aunque bueno, no me preocupo mucho, porque a ella pareció gustarle, reía y reía, y hacia cabriolas aprovechando las corrientes de aire, parecía muy feliz.
La observo volar, hasta que se perdió, como un punto amarillo en el horizonte.
-Esta gente joven de hoy en día- Gruño un cactus- ¿Donde quedo la decencia?

Comencé a caminar, ignorando al cactus que seguía gruñendo, la verdad, era una pena que la chica del vestido amarillo se hubiera ido, ahora, me aburriría mucho.
Ya hacia días que a la chica del vestido amarillo se la llevara el viento, cuando alcance a esta chica,
ella, era purpura, se movía, y caminaba lentamente, pero algo me decía que era de piedra.
Cuando la saludo, quedo embobado, al ver sus ojos, que eran dos ágatas plantadas en ese rostro, eran impresionantes, impresionantes, jamas había visto nada igual.
Ella me contó, que se aburría en su casa, y bajara a dar un paseo ella sola, y, realmente parecía que estuviera dando un paseo, mas tarde, encontraron un banco junto a la carretera, y ella se sentó allí, y se quedo completamente inmóvil.
La deje allí, sin duda, era una chica piedra.

sábado, 9 de mayo de 2009

¡¡Es dios!!

-Hola
-Hola
-Aquel hombre de allí, ¿lo ves?
-Si, ¿porque?
-Nada, te lo decía porque es el dios sobre el que tanto ha especulado la humanidad desde su nacimiento.
-¿Enserio?
-Si, bueno, eso me dijo.
-¿Y le creiste?
-Si, ¿porque no iba a hacerlo?
-Porque ese hombre no tiene ninguna pinta de ser dios.
-Ya bueno, eso mismo pense yo, pero cuando vio mi cara de incredulidad, hizo que su perro hablara, y que me felicitara mi cumpleaños.
-Pero,¿lo conoces?
-No
-Vaya.
-Oiga, ¡señor!
-¿Si?
-Demuestrele aquí a mi amigo que usted es dios.
-Bien, cerrad los ojos.
-Echo.
-Abridlos.
-Ei tio, ¿donde esta el señor?
-no se, ¿y que hace este perro aquí?
-no se, ¿sera dios?
-no se, supongo, ¿porque nos iba a mirar así si no?
-Si tienes razón.
-Ei vosotros, cerrad los ojos.
-¿quien ha dicho eso?
-Yo sotonto, aquí abajo, el del rabo
-Ei, si eres un perro, ¿como es que hablas?
-¡Cierra los ojos!
-Vale vale.
-¡Abrelos!
-¡¡ !!
-¡¡tio!, ¿donde ha ido el perro?
-Ya te dije que era dios, ¿ahora me crees?
-Si, pero, ¿ahora que hacemos?
-Buena pregunta